Pero cómo explicar que me vuelvo vulgar al bajarme de cada escenario.
Hace ya casi
cinco años desde que volví al mundo de la farándula, desde que el grupo Phersu
me abrió sus puertas. Cuatro montajes y medio a mis espaldas: Agamenón,
Lisístrata, Avispas, El Misántropo y Edipo Rey. Y guardo millones de
buenos recuerdos.
He sentido
el dolor del pueblo argivo ante la muerte de su rey Agamenón. He vivido una
rebelión de mujeres con Lisístrata a la cabeza. He participado de las locuras
de un viejo ateniense obsesionado con acudir al Tribunal en contra de la
voluntad de su hijo. He ayudado en el enamoramiento de un joven y el cambio de
actitud de un viejo cascarrabias que odia tener compañía. Y he sufrido con
Edipo, cuya desmesura le lleva a descubrir en un solo día su origen y su culpa.
Han sido años maravillosos, tragicómicos, de giras, cientos de kilómetros y horas de autobús, de risas y llantos, de agobios y enfados, de días de ensayos y comidas en familia. Pero, sobre todo, con la satisfacción de un trabajo bien hecho. Desde Baelo a Segóbriga, desde Sagunto a Mérida, desde Zaragoza a Jaén, desde Itálica a Cartagena, desde Córdoba a Cádiz.Gracias a todos los que han compartido tablas y ruinas conmigo. Gracias a Antonia Carmona y Javier Fonseca por su dedicación, esfuerzo y trabajo, porque gracias a ellos hoy Phersu es lo que es, un gran grupo y una pequeña gran familia.
Show must go
on!
Porque hay cosas que ni deben ni pueden perderse y ésta es una de ellas
Porque hay cosas que ni deben ni pueden perderse y ésta es una de ellas