"Primero, porque lo estoy echando todo a la comodonería de la lógica usual, la miserable lógica de a peseta con la que nos movemos para poder echar en la vida un paso atrás de otro, para que no nos haga suya la simple y terrorífica certidumbre de que no sabemos ni siquiera dónde estamos en pie y que somos cosa más efímera, más frágil, más nada que un mosquito chocando contra el cristal de una ventana."
Fernando Quiñones.
Los ojos del tiempo